¿Quién diría que tu áspero aliento llegó hasta mí un día de sinrazones?
No, ¿Para qué recordarlo?
Soy ciprés mal logrado creciendo en valle estéril.
Tú camaleón bien orientado, siguiendo la ruta oeste.
Desde los confines del alma
¿Quién diría que tu áspero aliento llegó hasta mí un día de sinrazones?
No, ¿Para qué recordarlo?
Soy ciprés mal logrado creciendo en valle estéril.
Tú camaleón bien orientado, siguiendo la ruta oeste.
Y vamos incinerados, A recoger un nuevo amanecer.
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