¿Quién diría que tu áspero aliento llegó hasta mí un día de sinrazones?
No, ¿Para qué recordarlo?
Soy ciprés mal logrado creciendo en valle estéril.
Tú camaleón bien orientado, siguiendo la ruta oeste.
Desde los confines del alma
¿Quién diría que tu áspero aliento llegó hasta mí un día de sinrazones?
No, ¿Para qué recordarlo?
Soy ciprés mal logrado creciendo en valle estéril.
Tú camaleón bien orientado, siguiendo la ruta oeste.
Ya se te volvió clara la mirada turbia? Has puesto las manos en los bolsillos y encontrado alguna migaja que te recuerde a mi? Por más qué,...
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