De nada me sirvió haber ocultado tus lápices de colores,
Tus medias olvidadas, mi media sonrisa.
Los poemas escritos aún son tuyos,
Los besos embalsamados,
Los cariños renegados.
Desde los confines del alma
Te creció el musgo. Arrimaste ojeras. Te dolió el mundo. Y plantaste bandera.