Clepsidra caprichosa,
Un deshojarse de blancas
margaritas.
Se va pasando, se van
pasando.
El tiempo llora su esencia.
Y un cielo lampiño añora el
aroma del césped que nunca tuvo.
Desde los confines del alma
Te creció el musgo. Arrimaste ojeras. Te dolió el mundo. Y plantaste bandera.