Me he acostumbrado a las madrugadas arrugadas donde ; ya ni te fumo ni me duermes.
Vacío los pechos, no cumplen fortunas.
No río los besos ni tiemblo cobijas.
El perfume flota tal espectro chocando contra atrapa- sueños mohosos.
Desde los confines del alma
Me he acostumbrado a las madrugadas arrugadas donde ; ya ni te fumo ni me duermes.
Vacío los pechos, no cumplen fortunas.
No río los besos ni tiemblo cobijas.
El perfume flota tal espectro chocando contra atrapa- sueños mohosos.
Ya se te volvió clara la mirada turbia? Has puesto las manos en los bolsillos y encontrado alguna migaja que te recuerde a mi? Por más qué,...
0 comments:
Publicar un comentario