Llueve, no constante,
Más bien suplicantemente
¿Flagelos?
Todos, erotizados al extremo.
Cuarteada de oscuridad la noche
Da pequeños gritos.
Se van condensando aquí y allá
Los espectros del tiempo.
Llaman bajito,
¿Me llaman?
Desde los confines del alma
Y vamos incinerados, A recoger un nuevo amanecer.
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