Si crujen tus dientes al sonreír,con esa sonrisa,
que impostada me da la sensaciòn de placer ...
Si en tus huesudas manos estrujas -
cual fragante tabaco,las delicadas hebras de mi pelo
y erizada el alma te concede suspiros...
Si es tu cintura la que ciño cada vez que el vértigo me invita
al abismo tibio y dulce de mis desvaríos...
¡Ay!¿ Por que esta necesidad,este impulso incontenible de querer
desmembrarte , deshollarte,cortar tus blancas carnes
y beber de tu sangre caliente cual elixir eterno?
Esa es la pregunta que cada noche tortura los sueños líquidos ,
Ese es el precio que debemos de pagar por las deterioraciones
del alma...
Nada puedo...ni matarte , ni alejarme de ese aroma que destila tu aliento.
Nada quiero...ni tenerte, ni que te pierdas en el éter de los días.