Uno se acostumbra,
A la soledad,
El barrio ruidoso,
El gato quejoso,
El té tibio,
El cuarto mohoso,
El postergarlo... sin vibrar más que nada.
Hay hendiduras que no se pueden acostumbrar,pero uno resopla y sigue.
Desde los confines del alma
Uno se acostumbra,
A la soledad,
El barrio ruidoso,
El gato quejoso,
El té tibio,
El cuarto mohoso,
El postergarlo... sin vibrar más que nada.
Hay hendiduras que no se pueden acostumbrar,pero uno resopla y sigue.
Todo llega a borbotones, Se aglomeran en la mente. Vomitivo, me.dijiste una vez. Yo dije, que sea.