¿A que la bohemia te enfermó?
¿Cuantas veces?
Como cuando el horizonte corta el naranja tornasolado
Para hacerse esa noche que buscas fosforescencias
Entre orejas tibias.
Dices que sí; que sí…
Tragas esas píldoras de tiza
Y te convences de que te aliviarán.
Pero debajo de la piel, los circuitos no se calman,
Continúan recordándote que máquina eres.