Mi boca era la nada en la esquina sin sol,
Allí estaba la tuya al acecho, voraz.
Mi cuerpo era el hueco, erosiones de vidas pasadas.
Tu piel fue la vertiente más torrentosa,
Surcando canaletas en mi dermis.
Toda la copa fui entonces,
Para tu sed implacable.
Las ganas, mutando en delirio saciado.
1 comments:
Siempre es sed presente
con ganas de ser esa copa que
sacee la sed mmmm...
Saludos
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