En sus ojos habitaba la crueldad...
¡Oh!como nunca lo había visto?
En sus turbios ojos había en ángel oscuro ,
en la cornisa de desesperación .
Una noche de plenilunio sus ojos susurraron
bajito y mis oídos no lo escucharon...
Oíd...oíd...
Ay! mis oídos no consiguieron distinguir
la voz obscena de la crueldad!